" ES ARMATS "

La Centuria Romana o “Es Armats” como nos gusta hacernos llamar, nació en Pinoso en el siglo pasado. La fecha en concreto la desconocemos, así como las personas que lo fundaron. De lo que sí que se tienen conocimientos es de que dicha Centuria, era filial a la de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Muchas personas apuntan también que fue fundada por la hermandad del Nazareno y que fueron los primeros en utilizar un traje, ya que la Soledad y Nuestro Padre Jesús, poseían imagen, pero no cofrades y que en su lugar desfilaban personas con traje de calle, que acompañaban a las imágenes citadas.
De aquella época, solamente se tienen datos de Don Francisco Albert, conocido también por el “Tío Lisgüarda”, y del “Tío Manigüel” que por aquel entonces ocupaba el cargo de 2º Capitán, el cuál, entre él y su hermana, recogían los trajes de todos los componentes de la Centuria, para posteriormente lavarlos, al igual que la comida que preparaba a los socios de la centuria que estaba compuesta de tramusos, cacahuetes y torrados. Cuentan que era tal el entusiasmo que sentía por los romanos que cada vez que se colocaba el traje crecía unos centímetros de más.
Unos años más tarde, eran miembros de la Centuria y de Nuestro Padre Jesús, los que unos meses antes de Semana Santa, iban de casa en casa, pidiendo cualquier cosa, para poder celebrar la comida de hermandad y que con el dinero que conseguían de las cuotas de aquella época, pagaban las guardias de los romanos el Jueves Santo por la noche.
Cabe destacar, que por aquel entonces, los romanos, eran conocidos con el sobrenombre de “los malditos” y que el traje utilizado no es el que podemos apreciar hoy en día. Al anterior traje se le denominaba de “Pichinetes” y estaba compuesto de falda negra, en la que resaltaba una tira de color dorado en la parte inferior, un peto verde y capa de color azul celeste. Las piernas estaban recubiertas de unos briales almidonados, para así dar una mayor consistencia a las mismas. También utilizaban barba y peluca, todas ellas rizadas previamente en las peluquerías de la localidad.
Pero no era el único modelo de traje, existía otro idéntico pero en el que el peto y las piernas estaban recubiertos de pequeños trocitos de hojalata pintados con purpurina y que al rozarse unos con otros, producían un sonido característico. Los plumeros blancos del casco, eran los mismos que utilizaba la Guardia Real de Madrid y de allí fueron adquiridos.
De aquella época, solamente se tienen datos de Don Francisco Albert, conocido también por el “Tío Lisgüarda”, y del “Tío Manigüel” que por aquel entonces ocupaba el cargo de 2º Capitán, el cuál, entre él y su hermana, recogían los trajes de todos los componentes de la Centuria, para posteriormente lavarlos, al igual que la comida que preparaba a los socios de la centuria que estaba compuesta de tramusos, cacahuetes y torrados. Cuentan que era tal el entusiasmo que sentía por los romanos que cada vez que se colocaba el traje crecía unos centímetros de más.
Unos años más tarde, eran miembros de la Centuria y de Nuestro Padre Jesús, los que unos meses antes de Semana Santa, iban de casa en casa, pidiendo cualquier cosa, para poder celebrar la comida de hermandad y que con el dinero que conseguían de las cuotas de aquella época, pagaban las guardias de los romanos el Jueves Santo por la noche.
Cabe destacar, que por aquel entonces, los romanos, eran conocidos con el sobrenombre de “los malditos” y que el traje utilizado no es el que podemos apreciar hoy en día. Al anterior traje se le denominaba de “Pichinetes” y estaba compuesto de falda negra, en la que resaltaba una tira de color dorado en la parte inferior, un peto verde y capa de color azul celeste. Las piernas estaban recubiertas de unos briales almidonados, para así dar una mayor consistencia a las mismas. También utilizaban barba y peluca, todas ellas rizadas previamente en las peluquerías de la localidad.
Pero no era el único modelo de traje, existía otro idéntico pero en el que el peto y las piernas estaban recubiertos de pequeños trocitos de hojalata pintados con purpurina y que al rozarse unos con otros, producían un sonido característico. Los plumeros blancos del casco, eran los mismos que utilizaba la Guardia Real de Madrid y de allí fueron adquiridos.
Cabe recordar también que el abanderado era, al igual que en nuestros días, recogido en su casa y una vez finalizada la procesión acompañado de nuevo hasta la misma.
En 1.946, D. Salvador Alenda “Saoro” pide a la hermana de Nuestro Padre Jesús la independencia de la Centuria, hecho que se produce el 11 de febrero de 1.947. La Centuria Romana, fue la encargada durante muchos años de representar el Drama Sacro Bíblico Religioso “El Tribunals”.
En el año 1.956 la hermandad, sufre una importante remodelación de Junta Directiva y de vestimenta.
En lo concerniente a la Junta Directiva, la componían como Presidente D. Salvador Alenda “Saoro”, como Capitán Paquito “El Viudo” y también como ayudantes incondicionales D. Amador Pérez, D. Demetrio Rico, D. Miguel Rodenas, D. Joaquín Ruíz y D. José Deltell “Cocolo”, siendo director artístico Vicente “El Piño”.
La confección del traje, fue una dura y ardua tarea, encomendada a varias personas, entre las que destaca:
Luis “El Chufero” que realizó los cascos.
Paco “Roqueta” los cepillos del casco.
Olegario Pastor el correaje y el calzado.
José María “El Tortet” la lanza.
Añadir también que el casco está compuesto de dos medias lunas, unidas por una tira, todas ellas realizadas con grandes trozos de latas de conserva debidamente pulimentados. Los cepillos eran de pita y pintados con tinte de la tienda que trabajaba Demetrio “el de la Ferretería”. La suela de los zapatos estaba realizada con goma de rueda de camión, las cadenas utilizadas, para sujetar la capa eran las mismas que cuelgan de cualquier lámpara de casa y los adornos del correaje, estaban extraídos de los utilizados para adornar las caballerías.
Una vez confeccionado el laborioso traje, fue presentado por primera vez a los miembros de la Centuria en la escuela de Don Joaquín, situada en la antigua Calle Monóvar y la persona encargada de ataviarse con el mismo, para mostrarlo a los demás, fue D. José Deltell “Cocolo”.
Una vez aprobado por todos los socios, Vicente “El Piño” expuso el raje de Romano en la sastrería que estaba situada en la Plaza Colón.
Las primeras mujeres romanas que desfilaron en aquel año, acompañando al estandarte fueron Doña Sacri Sanchís y Rosa Mari Alenda,.
La centuria Romana cogió tal auge que junto a su banda de tambores y cornetas comenzaron a recorrer los distintos puntos de la Comunidad Valenciana y Murciana, recorrieron entre otros las localidades de Orihuela, Alicante, Elche, Yecla, Villena, Jumilla y tantas otras que nos haría falta mucho tiempo, para poderlas citar a todas.
Pero si hemos de citar alguna de ellas, nos quedamos con dos que además cuentan con una reseña histórica bastante importante. La primera de ellas está emplazada en Alicante, ya que es allí, donde recogieron en procesión el estandarte que hoy podemos apreciar, obra de D. Tomás Valcárcel persona que ostentaba el cargo de Presidente de la Junta Gestora de la Hogueras de San Juan.
La segunda de estas salidas la podríamos situar en la vecina localidad murciana de Jumilla, en donde el nombre de la Centuria Romana quedó situado en el podium más alto.
Para esta procesión, la banda fue reforzada por miembros de la mítica Orquesta Tureskán y todavía es recordado el solo de trompeta que realizó Juanito “El de la Pigüa” en el que la mayoría de las personas asistentes estremecieron de emoción.
En esta ocasión, D. Raimundo Albert galopaba un gran caballo blanco y Paco “el Ocaso” llevaba también el típico carruaje romano, tirado por un perro.
Fue también en esta procesión donde la hermandad de la Oración del Huerto hizo entrega a la Centuria de “la maza del Cabo Masero”.
Con el paso de los años la Centuria Romana de Pinoso pasaría del esplendor al ocaso de la misma. La fuerte crisis que padeció la Semana Santa Pinosera en los años 70, afectó enormemente a la centuria que aguantó unos años con banda, pero que irremediablemente al final no pudo más y se disolvió.
Más tarde y después de varios intentos por reorganizar la Centuria se reunieron en asamblea varias personas para confeccionar los estatutos de la misma, siendo aprobados al año siguiente por el obispado, aunque la Centuria todavía continuaba disuelta.
En Noviembre de 1.995 se volvieron a reunir de nuevo varias personas, con la única ilusión de ver de nuevo la Centuria Romana desfilando en las calles de Pinoso y ya por fin en Enero de 1.996 se eligió la nueva Junta Directiva de la Centuria, compuesta por:
D. Amador Pérez Amat como presidente.
D. Luis Javier Pérez como vicepresidente.
D. Juan Gerardo Verdú como tesorero
D. Demetrio Gonzálvez como secretario.
D. Rafael Monzó como director artístico.
Y como vocales:, D. Amador Pérez, D. José Deltell, D. Jesús Ferriz, D. Joaquín Ruiz y D. Olegario Gonzálvez.
La reorganización de la Centuria Romana, no fue nada fácil, muchos de los objetos utilizados en la anterior etapa, quedaban en el olvido, aunque el entusiasmo de las personas citadas, pudo más que el recuerdo y lo que en un tiempo parecía una utopía pasó a convertirse en realidad.
D. Amador, Luis Javier, Rafael y Juan Gerardo, recorrieron varios puntos de nuestra geografía, para encontrar el lugar más rentable a la hora de confeccionar el traje de la centuria, pero al final, después de visitar varios lugares, llegaron a la conclusión de que confeccionarlos cada uno aquí en Pinoso, resultaría más rentable, ahora eso sí, las primeras espadas fueron adquiridas en Yecla.
Aseguran que Amador que todo lo apuntaba, llegó a contabilizar más de 1.500 Kilómetros realizados en coche.
De nuevo los pinoseros y visitantes hemos podido disfrutar del espectacular “Remolinet”, “la batallta” o “el Caragol”, al igual que lo pudieron ver de niños nuestros mayores.
El estandarte de la anterior etapa, fue restaurado y en lugar del halcón embalsamado que poseían antes, se le suplantó un águila de metal donada por Salvaoret.
Actualmente la Centuria Romana cuenta con algo más de 100 socios y se puede enorgullecer de haber recuperado cada emblema asociado a la hermandad y aún más, de poder contar en esta nueva etapa con trono e imagen propios cedidos por Basilio y familia. ( El Cristo de la columna y flagelación ), que recorrerá por primera vez las calles de Pinoso custodiado por la Centuria gozosos de haber cumplido un sueño hecho realidad en nuestros días.
Actualmente la directiva está compuesta por:
D. Basilio Rico como presidente
D. José Deltell ( Cocolo ) como vicepresidente
D. Adolfo Graciá como tesorero
Dña. Hazel Rico como secretaria
D. Jose Miguel Martí como vocal
D. Rafael Monzó como director artístico
D. Olegario Gonzalez como vocal
D. José Navarro como vocal
D. Luis Javier Pérez como vocal
D. Jesús Ferriz como vocal